TE PIENSO Y SIGUES frente al puerto de Llanes sentada en las aristas azules de los cubos de hormigón, despojada e incierta; hablas contra la noche, contra los brillos ciegos de farolas que el agua, repetida y absorta, mueve y mueve hablas contra la luz, contra la espuma, contra el autor del mar: tal vez pretendes escribir, y estás sola contra mi ausencia, tal vez contra los nombres de mis músculos hablas y veo cómo envuelve la brisa enferma tu desnudo enfermo, la brisa que te sabe ya dueña de la fuga y de las cosas. Te pienso desde el futuro lugar donde vivo el secreto espero en tu clemencia, ¿regresaré a tu pecho, a sus altas razones, a tu bruma y tu cuello aterido después de los combates? ¿regresaré hasta el vaso ahondado por la sal y por tus dudas donde inclinada y en tensa lentitud mi sed bebía?