Un poema de "El retrato del uranio".

     8


No volveré a llamar a un árbol árbol;

lo llamaré cerezo, almendro, pino, 

enebro, roble, encina.

Si el destino de un hombre

está en su nombre, ningún árbol se llama solo árbol

sin partirse.

O buscaré el que solo sea un árbol.

Ni sauce ni eucalipto,

solo un árbol que acepte con mi fuego consumirse

sin nadie que lo sepa ni lo añore.

Una madera anónima

que ardiera en una anónima fogata

y fuera anónima ceniza que el viento esparce.

Ni limonero ni magnolio

ni higuera ni arce ni raúl,

solo un árbol sin fin que nadie llore. 

Comments

Popular posts from this blog

"Soneto del escorpión azul", por Raúl Nieto de la Torre

Presentación de "El retrato del uranio"

EL RETRATO DEL URANIO, primer Cuaderno de la Errantía